lunes, 5 de diciembre de 2011

PRImero muerto

Hace cincuenta años se designaba al nuevo presidente tiempo antes de las elecciones, desde el gabinete, como al jefe el general o el capo al familiar: con la certeza mecánica de nombres designados en escalones inmediatos.
Hoy en día nos gusta creer que no existe dicha certeza. Que podemos elegir, que todo puede pasar y que, por el bien del país, no los dejaremos volver.
Por alguna razón, parece que aún puede ser diferente. Parece.